El estrés aparecía

Además no poder concebir, lo que ya era una situación estresante, Suleman enfrentaba otra clase de problemas que la hacían ofuscarse. Su trabajo era sumamente agotador y exigía toda su atención cada día. Esto la hacía replantearse muchas cosas. Sin embargo, un día hubo un gran altercado entre 20 pacientes del centro psiquiátrico, que acabó con uno de los pacientes volcando un escritorio de madera directo a la espalda de Suleman. Esta fue la gota que derramó el vaso; ella pidió una compensación para trabajadores y recibió 170.000 dólares por la lesión que le impedía trabajar.

